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viernes, 25 de diciembre de 2009

Otro Domingo Satisfactorio. Entrada 33.

El Domingo 20 de Diciembre, el grupo de ciclistas que integra a estos blogueros, nos reunimos a las 11:15 en la aldea de Raña. Coqui, Marche, yo y Balbino, un “viejo lobo de mar“ curtido en mil batallas, tras encontrarnos en el campo de Preguntoiro, ascendimos por asfalto y a un ritmo bastante alto hasta el citado punto de encuentro. Una vez allí, tras maldecir a la Benemérita y saludar a la neoyorkina, partimos 7 bikers hacia la Curota. Con mucho frío (las charcas estaban heladas como se aprecia en la foto) pero con una sensación térmica no tan mala debido a la ausencia de viento, llegamos a la Curota, en dónde se sacaron estas fotos. Fijaos en la pedazo de bici (doble suspensión, fibra de carbono, grupo xtr…) que montaba nuestro amigo Balbino. Continuamos bajando por asfalto hacia la Curotiña, ya en el municipio de Ribeira y cogiendo un camino que nos giró hacia el Norte, aprovechamos un bello descenso pedregoso hasta la aldea sonense de Ventoso, luego por asfalto hasta Cabrais y ya subiendo, proseguimos hasta Udres por camino de tierra, tras renunciar al descenso que nos llevaría a la trialera del Castro de Baroña debido a que íbamos justos de tiempo. Allí nos encontramos con un viejo amigo y su hijo, de nombre Anxo los dos. Con él y con Marche, recuerdo haber hecho buenas rutas en el pasado, un gran deportista. Eran ya las 14:00 horas por lo que decidimos bajar por carretera hasta el Crucero de Montemuiño en dónde nos despedimos. Y los de Noia por asfalto hasta El Pozo, los del Son por tierra en un buen descenso hasta el pueblo y yo por tierra en descenso radical hasta la Arnela.

Pd.: Las fuerzas se igualan, Nacho, Dardo y Coqui han mejorado ostensiblemente. Juan, Marco y Santi, poneos las pilas. Los datos de esta ruta según mi ordenador son: Distancia: 45, 4 kms. Velocidad Media: 14, 8 Kms/Hr. Vel. Máx.: 65,7 Kms/ Hr. Tiempo Pedaleando: 3 hrs y 12 min.

Un saludo.

Jose Santos.

El Dia de la Bestia. Entrada 32.

La fría tarde del sábado 19 de diciembre de 2010, nos juntamos mi primo, Dardo y yo para soltar un poco las piernas en bici. Quedamos en la carretera de Montemuiño y con pocas horas de sol por delante, decidimos hacer una ruta suave que nos llevase por encima del valle de Nebra. Al pasar por el crucero de Montemuiño... ocurrió.





Quizás visto así, en vídeo, no os impresione tanto, pero os aseguro que fue algo impactante: un Jabalí de más de 200 kilos cruza la carretera a sólo 5 metros de nuestras caras boquiabiertas tratando de huir monte a través y envistiendo contra la alambrada que acota el monte.





Al ver que no puede pasar huye hacia delante a gran velocidad continuando por la carretera hacia Sendia. Mientras lo perseguimos prudentemente con el fin de inmortalizar su bella estampa, el berraco, normalmente tan huidizo y difícil de ver, evita el encuentro mostrándonos sus blancos colmillos inferiores. Lo dejamos ir y se va monte abajo, hacia Agrelo, tras brindarnos una colosal carrera de aproximadamente 500 metros. Atónitos, revisamos nuestras filmaciones como si acabásemos de vivir en carne propia alguna de aquellas míticas escenas de "El Hombre y la Tierra", y continuamos la ruta enlazando Sendia con Calo, esta con Queiro (a partir de aquí descubriendo caminos), esta con la Silva, esta con Beneso y esta con Cans. Dejamos a Dardo en su casa y de noche y estrenando las luces nuevas continuamos hasta nuestras casas por carretera. La imagen de la Bestia continuará en nuestras privilegiadas retinas... de por vida. Sábado 19 de diciembre de 2010: El Día de la Bestia.

Pd.: Los vídeos recogen de la mitad hacia el final de la persecución y se solapan. Damos gracias a la Madre Naturaleza, por elegir a estos tres mortales para tan inmortal experiencia.

Jose Santos.

martes, 15 de diciembre de 2009

Grupo Ciclista 1 - Viento Siberiano 1. Entrada 31.

Yo creo que un empate entre los coleguillas ciclistas y el Viento Siberiano de este Domingo 13 de Diciembre de 2009, es lo más justo, pues acabamos la etapa, sí, pero bastante "reventadillos", y no lo digo sólo por mi rueda trasera.

Así, a las 10:15 de la mañana me encontraba con mi primo Marcelo y Coqui en el Campo de Fútbol de Porto do Son para, inmediatamente, continuar los tres la ascensión hasta Raña, a muy buen ritmo, el que impusieron ellos, por que yo ya me dí cuenta muy pronto que en tres semanas sin hacer nada se me había ido la forma y hoy tocaba sufrir. Excepto los dos últimos kms hasta Raña estuvimos bastante protegidos del viento, lo que nos ayudó a que llegásemos a la hora acordada con el resto de la expedición, que llegó a los 5 minutos en coche, Nacho y Dardo. A las 11:15 salíamos de Raña en dirección a Iroite acompañados de tres ciclistas del Club Sonense Sonbiker que a los 3 kms se cansaron de luchar contra el viento y cogieron un descenso hacia la aldea de Calo en Nebra. Proseguimos la ruta con los pies y las manos heladas hasta que a la altura de A Graña cambiamos la dirección de la ruta hacia el Sur, encontrándonos con dos bikers de Merelle que se sorprendieron de nuestra indumentaria más veraniega que invernal, y de los que nos separamos en la conexión con la Ruta de las Mámoas en los Chans do Barbanza o Chan da Cociña. Aquí comenzó el goce y el disfrute, pues protegidos del viento y con el sol de cara comenzamos a enlazar estrechos senderos de hierba y barro, descensos técnicos repletos de piedras y continuas charcas y arroyos en lo que parecía más un circuito de ciclocross.

Para afrontar tanta agua al comienzo de la ruta me pertreche con un pantalón de plástico y dos bolsas de plástico en los pies que salvando la cutredad del remedio me valieron para no esquivar ni una charca y atravesar todos los arroyos sin empaparme los pies y mantenerlos calientes hasta el final. El disfraz era muy cutre, lo reconozco, pero gocé como un enano mientras los demás esquivaban hasta la ínfima micción de una mosca. En cuanto a remedios contra el agua, tengo que hacer una mención especial a Coqui y sus revolucionarios escarpines de neopreno sobre bota que hasta ahora se lleva la palma a Bricolaje del año y que será objeto de un reportaje especial.

Acabamos la ruta de las Mámoas en territorio pobrense, tras arreglar un pinchazo en la bici de Marcelo (algunos tomaron nota de la clase práctica y también de unas nociones básicas de orientación, je, je) y continuamos hasta la Curota en dónde las vistas eran menos protagonistas que el viento huracanado. Nos sacamos un par de fotos rápidas y partimos de vuelta a Raña. El viento movía los coches aparcados, nosotros circulábamos inclinados para hacer contrapeso al viento y aún así pudo con Coqui, tirándolo a la cuneta sin consecuencias. En dirección ya a Raña, por el sendero sobre el valle de Ribasieira y luchando continuamente contra el viento, en una zanja, el que suscribe, pega un llantazo reventando el neumático trasero que cambiamos en el momento y que me permitió llegar a Raña, reventando nuevamente entre la aldea de Godón (para más Godienda) y la aldea de Sendia, en un descenso que ya no pudimos disfrutar como quisiéramos. Ese ya no lo arreglé, llamé a Nacho que había cogido su coche en Raña y me esperó en Sendia mientras yo caminaba un kilometro y pico hasta su encuentro. Los otros tres aventureros, famélicos y cansados, como Nacho y yo, tras aproximadamente 45 kms regresaron a sus dulces hogares por asfalto, eran las 2 y media de la tarde.

Una bonita aventura, dura por el viento y el frío, provechosa por el esfuerzo, la compañía y las charcas. En definitiva, otro día no perdido en la tediosa comodidad del salón de nuestras casas.

Jose Santos.
Pd.: Leed el comentario de Dardo sobre la ruta, digno del Club de la Comedia. Graciosísimo.