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martes, 11 de septiembre de 2012

Resumiendo el verano subacuático. Entrada 53.

Debo dividir lo que llevamos de año en dos fases si quiero explicar de forma precisa lo vivido. Así, desde el 1 de Enero hasta el 19 de Mayo, todo el tiempo que no he estado trabajando o en familia, lo he pasado sobre una bici, en lo que ha sido la exigente preparación física del Soplao. No he ido ni un solo día a pescar en esta etapa. Y, desde el 18 de mayo hasta hoy, casi todo el tiempo de ocio lo he invertido bajo el Mar. Sólo dos veces he ido en bici, aunque no me he perdido la emocionante Vuelta a España de este año, para mí la mejor que he visto, mucho mejor que los últimos Tours, y sobre todo no me he perdido la etapa finalizada en Ézaro, a donde acudí a ver a los cracks. Pendiente me queda el reto de hacer esa "subidita" en bici de carretera, pues en bici de montaña no me resultó demasiado difícil. Sin embargo, me he perdido el Campeonato del Mundo de Pesca Submarina que este año se celebró en nuestra tierra, concretamente en Sanxenxo. Imperdonable. 
Este segundo período, dedicado a la satisfacción de mi instinto de cazador es el que paso a resumir a continuación. 

Tanto Soplao me hizo añorar estar "mojao" en busca del "pescao":

Después de volver del reto cántabro, la añoranza por sumergirme era insoportable y el mono por el Mar culminó en las primeras salidas de pesca. Durante el mes de mayo y de junio, en general no encontré nunca las condiciones óptimas para la pesca, pues sobre todo el agua estuvo casi siempre turbia. No salí realmente satisfecho del agua esos días, pero persistí en las salidas de pesca y las buenas capturas y los buenos lances fueron llegando. A partir de mediados de julio, las condiciones del Mar, casi siempre fueron óptimas y me decidí por intentar no repetir spot, salvo en alguna ocasión en la que hubo mar de fondo con oleaje considerable y no tuve más remedio que repetir en sitios como la cala de Aguieira o la Filgueira, petón situado a 800 metros de la costa de Porto do Son.

Los sitios visitados fueron por este orden los siguientes:
Aguieira-El Pozo (Nebra), Os Neixóns. Monte Louro (Muros), Porto Nadelas (Queiruga), Filgueira (Son), Aliseira (Baroña), Seráns (Muro), Aguieira-El Pozo, Illa de (Caamaño), Seráns, Cala de Aguieira, Brañón (Son), Aliseira, Borrón. Castro de (Baroña), Seráns - Basoñas, Cala de Aguieira, Brañón, Punta de A Sagrada (Son), Illa de (Caamaño).

Todas las anteriores son zonas ya conocidas por mí excepto Os Neixóns a la que acudí en barco a principios de Junio, y a la que quiero volver de infantería (desde tierra). El día que acudí a ese punto estaba el agua muy turbia pero se podía adivinar el gran potencial que tiene. 


Entre las zonas que más satisfacción me ha proporcionado están la Cala de Aguieira, en donde pude constatar que no es tan pequeño el pescado a pesar de estar situada bastante al interior de la ría. Hay allí, unos petones a 100 metros de la costa rodeados de fondo de arena en dónde los pintos de más de 1 kilo abundan y en dónde pude capturar varias Lubimas del mismo peso que entraban fácilmente a las breves esperas que es conveniente realizar. Es un sitio ideal para iniciarse o para cuando el mar está bravo en zonas más abiertas. Como anécdota de este sitio, la captura de mi segunda Xarda (Caballa) que entró cautelosa a una espera. Pez muy bonito bajo el agua.

El otro redescubrimiento ha sido la Illa de Caamaño, en dónde los Sargos han sido la norma y en dónde alguna Lubina también entró en la aguja pasapeces. En esta zona había venido pescando en la bahía interior en donde se alternan canales de bastante profundidad y abundan los Pintos y las Maragotas de buen tamaño, pero, este verano he visitado una zona más lejos de la costa donde se hayan unos bajos de menor profundidad y con mayor movimiento de agua, en donde además de Pintos de más dos kilos abundan los Sargos estáticos bajo la laminaria, que es preciso pescar a la caída con mucho sigilo. También abundan los agujeros, en donde puede haber también Sargos aunque normalmente los encuevados son de menor tamaño.

A medida que ha ido avanzando el verano, he sido más selectivo con las capturas, pues las condiciones del Mar fueron mejores, así, las Maragotas, aún de buen tamaño, fueron indultadas siempre y desterradas por completo del pasapeces. Entre los indultos cabe destacar una Raya de un tamaño enorme, que vi tras una bajada de las más profundas que he hecho este verano a cerca de los 17 metros. Los motivos del indulto: no es la época en la que su carne sabe mejor (había capturado una anteriormente y su degustación fue un fracaso) y me encontraba al final de la apnea cuando la vi, con lo cuál, entre el lance, la gran profundidad y la enorme resistencia que por su forma plana hubiese opuesto, hubiese corrido un gran riesgo de sufrir un síncope hipóxico. Creo que mi decisión fue la acertada. 

Entre los "aprendizajes" de este período de pesca estival destacaría el de ser meticuloso con la punta de la varilla, que debe estar siempre muy afilada, pues en tres ocasiones, he perdido la captura de grandes Sargos que disparados a la caída acabaron huyendo por no penetrar del todo la varilla en su cráneo.

Entre las buenas capturas, aparte de alguna Lubina de más de kilo y medio, destacaría los ejemplares de las fotos y algún Pinto más de 2 kilos. Los dos Sargos de la primera foto fueron capturados en la Laxa de Fóra en Aliseira, a la caída uno y huyendo de su cueva el otro, pesaron 2 kilos y 1,850 kilos. El Pinto que sostengo pesó 2,5 kilos. Los dos Pintos que yacen junto al fusil, 2,5 kilos uno y 1,5 el otro.

En definitiva, este verano ha sido bastante satisfactorio en cuanto a pesca submarina se refiere, diferenciándose de otros veranos en la calidad de las capturas, pues, casi exclusivamente, capturé Robalizas, Sargos y grandes Pintos. Por poner algún pero, destacaría la escasez de Pulpos y la ausencia de Congrios de buen tamaño. O, siendo muy exigente, la ausencia de Róbalos.