Escucha música mientras nos visitas!

domingo, 24 de febrero de 2008

La Pesca Submarina del Congrio. Entrada 10.

Este fin de semana no hemos salido a pescar, lo cuál no es óbice para que plasme aquí algo, creo yo, del interés de todos los pescasubs. Este artículo está dedicado al proceso de la pesca del congrio. La idea de este artículo me surgió al encontrarme esta tarde con un par de colegas que fueron a pescar al curricán en piragua, uno de los cuáles también es aficionado a la Pesca Submarina y charlando con él de nuestras experiencias de pesca, me preguntó cómo pescaba yo el congrio. Pues bien, a continuación os relato mi forma de proceder en la pesca del congrio:

En primer lugar tengo que decir que cuando pesco al agujero no busco especificamente congrios, sino más bien otras especies como Pintos, Sargos y Lubinas, y por lo tanto, cuando me encuentro con uno es más debido al azar que a mi voluntad, prueba de ello es el hecho de que casi siempre tengo la linterna, no en la mano libre, sino en la boya. Dicho esto, la experiencia ya le dice a uno qué cuevas o agujeros son propicios para encontrar un congrio.

Cuando me encuentro con un congrio trato de tranquilizarme y pensar rápido en lo siguiente: 1º- si tiene el tamaño adecuado para ser pescado y si es así, si es demasiado grande como para arriesgarse a perder la varilla o incluso el fusil, 2º-si el agujero es o no demasiado estrecho como para dificultar su extracción, 3º- si la profundidad o el estado del mar suponen o no un riesgo añadido en caso de que el congrio se enroque, 4º si está o no demasiado metido en el agujero y 5º- si la cabeza está bien visible como para hacer un disparo certero.

Si alguna de las cuatro primeras condiciones es desfavorable (cosa, por otro lado, poco probable), pescar ese congrio no compensa. Si la 5º condición es la que no se cumple, hay que esperar a que el congrio se ponga en una posición buena para el disparo. Esta se produce cuando la varilla le puede atravesar el cráneo de forma diagonal, entrando por la sién y saliendo por la parte baja del "cuello". Cuanto más perpendicular quede la varilla con respecto al eje del congrio, (y por tanto más atravesada) mejor será, porque ayudará a impedir que el congrio se introduzca más en el agujero. Si es necesario bajar unas cuantas veces hasta que el congrio se ponga en posición, hay que mantener la calma, ventilar correctamente y no precipitarse porque necesitaremos de una buena apnea. Es poco probable que el congrio cambie de piedra. El congrio sólo es fácil perderlo de vista cuando lo sorprendes trasladándose de una roca a otra y en ese caso hay que dispararle antes de que encuentre un agujero.

Volviendo al tema, una vez arponeado hay que dar un tirón inmediato y enérgico para no dar tiempo a reaccionar al congrio, pues, si fué bien ensartado, durante un par de segundos o más quedará como aturdido y casi inmóvil, en caso contrario, hay que ser más rápido que él e impedir que se agarre con la cola y se meta dentro del agujero.




Si no puede sacarse del agujero en el acto anteriormente descrito, no está todo perdido. Lo dejaremos arponeado y subiremos a respirar sin perder de vista la culata del fusil. (Ver imagen primera, en la que tuve que dejarlo arponeado y subir a respirar, la foto corresponde a la siguinte bajada).




En las siguientes bajadas iremos "trabajando" al congrio, tirando fuerte mientras hacemos palanca con las rodillas apoyadas en la roca y con cuidado de no doblar la varilla. Es frecuente que, en estas circunstancias tengamos que realizar varias bajadas. En la segunda imagen se aprecia cómo apartando una piedra de la entrada del agujero, despejo el camino para sacar facilmente al congrio.




En la tercera y en la cuarta imagen se aprecia cómo se revuelve el cogrio intentando zafarse del hierro que lo atraviesa. Hay que subirlo a la superficie separándolo de ti y con la mano que agarra la varilla lejos de su boca. Solamente hay que tener cuidado de no liarse con el hilo de la varilla y el cabo de la boya.


En la quinta imagen se aprecia el momento del remate. Una vez en la superficie y respirando con tranquilidad hay que buscar la mejor posición para sacrificarlo clavándole el cuchillo en el cerebro y sobre todo en la nuca, con el fin de cortarle la médula y dejarlo inmóvil. A continuación y para asegurarse conviene cortarle los tendones de ambos lados de la boca, justo donde se une la mandibula superior con la inferior para que cuando lo ensartemos en el pinchapeces no corramos el riesgo de que nos muerda. Al realizar esta operación hay que tener cuidado con que no se nos cuele la aguja hacia la garganta en vez de hacia la boca, pues la distancia desde el orificio braquial hasta la boca suele ser mayor que la longitud de la aguja de ensartar. Casi siempre es necesario meter un par de dedos dentro de la boca del congrio para sacar dicha aguja en cuyo caso y por precaución, se pondrá antes en la boca del congrio el cuchillo haciendo palanca por si la cerrase por sorpresa.

Por último, hay que colgar el congrio en la boya, puesto que si no está bien rematado, llevarlo en la cintura puede darnos problemas y además nos puede dejar el traje manchado con la pegajosa gelatina de su piel.


Espero que os haya gustado este reportaje aderezado con imágenes. Los principiantes pensarán que es una tarea dificil, pero, con un poco de experiencia y atrevimiento, no tiene por qué resultar arriesgado. Eso sí, se tienen que dar las condiciones idóneas y afrontar el lance con calma y resolución. En esta última imagen se da fé por mi parte de que, cuando se pesca un congrio, el pescador acaba satisfecho, porque la lucha con un oponente digno hace que saques lo mejor de ti y pongas en juego toda tu pericia. Un saludo y buenos congrios.

domingo, 17 de febrero de 2008

Trabajando la Constancia. Entrada 9.

Hoy, los protagonistas de este espacio, volvimos a ir de pesca, para coger de nuevo la adicción a este deporte. Así que, nos propusimos trabajar la constancia y en nuestra segunda semana consecutiva de pesca y, a la vez, segunda salida de este año, repetimos jornada en la misma zona de la semana anterior.


Fué, en resumen una jornada normal, sin demasiado que contar, el mar estaba mejor, con marea llena y el agua un poco más fría y clara. Visitamos otros bajos que mi compañero no conocía y que tenían bastante pescado (sobre todo maragotas y pintos, algunas doncellas y serranes, y algún pulpito), aunque no muy grande. Costaba encontrar algún ejemplar de más de 1 kilo.




Romero hoy pescó bastante bien. Creo que le tira bastante la pesca poco profunda, aunque, lo normal es dominar esta primero. La verdad es que para aprender a ganar profundidad es mucho mejor el verano, con calma total y el agua no tan fría. Poco a poco fuímos pescando varias Maragotas y algún Pinto, y como anécdota tuvimos el enrocamiento de la varilla de Romero, a la que tuvimos que romper la aletilla para poder sacarla. Luego para él se acabó la pesca, bueno no, continuó pescando de forma indirecta, pues al venir a mi lado me iba señalando algún que otro ejemplar decente.


Mientras el salía yo me dí una vuelta por la zona de la semana pasada y eureka!, un Pinto enorme, de 2 kilos al menos asomó por una cueva, le disparo precipitadamente y fallo el tiro (¡como se nota el parón del invierno!), se encueva y cuando dobla la cabeza lo atravieso por las agallas y como es normal, dá tres coletazos y se va. No me lo podía creer. ¿Cómo podía haber dejado escapar un ejemplar así? Está clarísimo que no estoy en forma. A partir de ahora tendré que ir a pescar más a menudo pues sólo se mejora trabajando la constancia.

Por lo menos sacamos unas cuantas fotos con la cámara de usar y tirar y que nos valdrán para ir poniendo en este blog. En la primera, yo con la pescada del día, en la segunda, J. Romero planeando hacia una grieta. Después del chasco del Pinto, salí, recogímos y nos fuímos. Esto ha sido todo por hoy.

sábado, 9 de febrero de 2008

Hay vida aparte de la pesca submarina. Entrada 8.

Ya tenia yo ganas de estrenarme como poster en nuestro querido blog.
Ya que debido al mal tiempo, estuvimos una larga temporada sin poder disfrutar de la pesca, nos hemos tenido que ir apañando y liberar el estrés de cualquier manera.
Una de las formas que más nos gusta es practicando snowboard, por ello aqui os dejo este video de cuatro audaces muchachos que fueron a aprender a practicar este deporte alla por el 2002 (xa choveu). Disfruten.

Por fin...¡de pesca!. Entrada 7.



Llegó la calma en el mar y el buen tiempo, desde hace al menos dos meses, y los Joses, por fin pudimos estrenar el invierno y el 2008 con una salida de pesca vivificante. Hoy amaneció un día espléndido y la jornada prometía, al menos en nuestras mentes, cuando a las 10:30 hrs. nos dirijíamos al spot elegido. Nos arriesgamos a llevar el viejo Opel Corsa por un camino de carros, posible antigua calzada romana, hasta dónde ya no pudo seguir más. Cogimos los bártulos y caminamos durante 10 minutos hasta el mar. Esa franja de costa se conoce como Canido y Costa Ártabra, y va desde La Aliseira hasta casi el faro de Baroña.





Rompía una ola de medio metro fruto del mar de fondo de metro y medio, más o menos, que había. Elegímos un canal resguardado para salir, justo en la bajamar, y al poco rato ya vimos un congrio asomando su cabeza por una estrecha abertura en una roca a tan sólo 4 metros de profundidad, al segundo intento le disparo en la cabeza y, antes de que pudiera darle el tirón para sacarlo, ya se había agarrado con la cola. Intenté sacarlo en tres bajadas rápidas pero fué imposible, aunque por suerte el agujero no era profundo y la varilla se mantuvo siempre a la vista. Entonces le pedí ayuda a Jose para apartar una roca que taponaba la entrada. Al sacarla, el rebelde congrio ya fué nuestro. Jose aprovechó para sacarme alguna foto y tras rematarlo cambiamos de zona.




Con la subida de la marea el agua se enturbió bastante, a pesar de lo cuál empezamos a pescar algunas maragota y pintos, uno de estos de más de kilo y medio, luego un chopo, un par de pulpos y, por parte de Jose R., una salpa a la que disparó cuando un cardúmen bastante numeroso nos rodeaba. Después de eso y de pescar durante un par de horas en un área pequeña salimos, cansados, después del parón al que nos obligó el mal tiempo este invierno, pero muy satisfechos en esta primera salida del 2008 que nos volvió a meter el gusanillo de la pesca submarina en el cuerpo y que nos augura un buen año de jornadas inolvidables.


Esperamos que os hallan gustado las fotos de esta salida. Os iremos informando por lo tanto, a partir de ahora, más a menudo de nuestras experiencias submarinas.