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lunes, 18 de agosto de 2008

Dia memorable. Entrada 19.

Pues sí amigos, el pasado domingo 10 de agosto vivimos una de esas jornadas de pesca que hacen afición.

Todo comenzó cuando el viernes antgerior, Moncho nos confirmó que contabamos con él y con su zodiac para acompañarnos. Asi que, llegado el domingo, nos levantamos temprano, recolectamos el material, llenamos el motor de combustible y al mar.

Salimos Moncho y yo (Romero) en la neumática y su motor de 40 cv, desde Testal hacia el muelle de Porto do Son, donde nos esperaba mi compañero en estas batallas, Jose Santos (un maestro). De camino, el mar de fondo de 1-2 metros nos hacia la travesia algo movidita, por lo cual una vez que recogimos al tercero en discordia, decidimos que probaríamos suerte en los alrededores de Porto do Son.

Aprovechando que contabamos con una embarcación de gran versatilidad, mi compañero Jose, intentó explorar el "famoso" bajo del Sorexo. Buscó las marcas y se sumergió una media docena de veces, y efectivamente, lo encontró como a unos 6 metros (según él, porque yo me sumergí una vez y luego me volvi a lancha), pero la visibilidad era muy escasa y la corriente y el mar de fondo eran fuertes, por lo que era complicado mantener las referencias.

Después del intento, decidimos aproximarnos a la Filgueira y ahi empezó la diversión.

Nos echamos los tres al agua. Moncho, el patrón del barco también, con un equipo poco ortodoxo que no le impidió, realizar un par de buenas capturas. Nada más mirar el fondo aparece ante nosotros un banco de peces ballesta, nada mejor para iniciar a nuestro amigo Moncho que tras en par de intentos fallidos, consiguió capturar un par de buenas piezas. Nosotros seguiamos a lo nuestro, peces ballesta, algun pinto, maragota, Jose pescó una faneca de un tamaño considerable, los peces aparecian casi constantemente.

Después de una aproximadamente una hora en el agua, ocurrió lo bueno: después de una bajada infructuosa, justo cuando subía, veo asomando de un agujero la cabeza de un congrio. Mantengo la calma, subo a la superficie (no habia mucha profundidad (3-4 metros)), me tranquilizo, cojo aire y bajo. El congrio seguía alli, muy despacio le apunto entre los ojos y disparo. Le acierto, pero cometo el error de no tirar enseguida de la varilla y el congrio se me enroca. Tiro y tiro de la varilla y nada (era impresinante ver como mientras tiraba veia la cola del animal salir por otro agujero 2 metros más allá). Me quedo sin aire y lo dejo clavado. A continuacion voy a buscar refuerzos y llamo a Jose que acude enseguida y le digo a Moncho que permanezca atento. Jose se sumerge enseguida y tira que te tira y nada. Bajo yo y nada. Por fin en la siguiente bajada de mi compañero consigue sacarlo del agujero. A continuacion me pide mi cuchillo para rematarlo, pero yo, en un alarde de valentía le digo que me deje a mi. Increible, le había disparado a un congrio de unos 10kg. Después de unas dos o tres timidas cuchilladas, el congrio seguía vivo. Fue el maestro quién se hizo cargo de la situación y lo remátó enseguida (es lo que tiene la inexperiencia y tenerle tanto aperecio a los dedos de las manos).

Parecia que todo se calmaba cuando Jose me dice:"El pulpo es para mi". Yo no había visto ningun pulpo, pero el congrio tenía unos "flecos" saliéndole de la boca y a Jose se le dio por tirar y efectivamente, el congrió se acababa de meter en la boca un pulpo de 1kg (se ve en las fotos). No nos lo podiamos creer, eso si que fue un 2x1.

Siguó la mañana de pesca plácidamente: salió el Sol, el mar se iba calmando, la visibilidad mejoraba, el agua estaba buena. La pesca la ibamos dejando el la zodiac, en fin, todo perfecto.

La ultima anecdota del día surgió cuando me acerqué a una espuma que rompía en la Filgueira y de repente veo media docena de "lubinas" circulando. Sin pensarlo, me sumerjo e intento aparecer por la parte debajo de la espuma. Asi lo hago y veo una a dos o tres metros, espero a que la posición sea la adecuada y ¡bingo!. Increible el mismo dia un congrio y una lubina. Poco después repito la maniobra y le acierto a otra. Tranquilos amigos, no penseis que soy ahora el nuevo Pedro Carbonell, cuando mi compañero se acercó me bajó de la nube al decirme que mis "lubinas" eran mujeles jajajajjaa!. Como dije antes, la inexperiencia es lo que tiene. . .


Al final de la mañana, cuando ya estabamos en la lancha Moncho y yo, Jose estaba realizando las últimas capturas. De repente se acerca nos pide la linterna y se sumerge. Al cabo de un rato sube y trae clavado en su varilla otro congrio de parecidas dimensiones el que pescamos antes. Si es que el que es un crack . . .


En fin, espero que hayais disfrutado de esta entrada tanto como nosotros ese dia. En las fotos podeis ver algunas de las capturas, la zodiac, a Moncho y a mi. No sale Jose, porque las fotos las hicimos en Testal y el se quedó en Porto do Son. Espero vuestros comentarios!!!