Esta es la conclusión. Ya lo sabemos todos, cuando sopla el viento del Norte el agua está muy clara, si a esto le sumamos que no hubo mar de fondo el resultado puede ser muchos kilos de pescado capturados. Esto es lo que me ocurrió en mi última salida de
pesca. Harto de días de pesca con mar revuelto y muy turbio, cuando ví el mar tuve "Good Vibrations", como dicen The Beach Boys.
Ese día Jose Romero no me pudo acompañ
ar, se hubiera sorprendido al ver, a los diez minutos de entrar en el agua, más de 20 kilos colgados de mi boya. Y es que después de un par de pintos, me encuentro con este pedazo de congrio asomando su cabeza en un agujero a unos 7 metros más o menos. Temiendo que se pudiera enrocar, esperé a que asomara un poco más y luego, coser y cantar. 15 kilos y 1´70 metros de Congrio.
Aunque parezca mentira, me dió más trabajo esta Raya de 4 kilos y medio. Después de lo del Congrio fuí a una zona más profunda, de unos 12 metros más o menos, en donde ya se acababa el fondo rocoso y comenza
ba la arena. Al subir de una inmersión infructuosa y como asciendo girando sobre mi mismo, veo, a mi espalda, la figura de la Raya en la arena. Tomo aire, bajo y la ensarto, cuando de repente, al tirar de la varilla y por no haberse abierto la aletilla, veo que la Raya se me va a toda pastilla. En mi propia perplejidad, rapidamente y sin subir a respirar persigo a la Raya por el fondo mientras cargo el fusil, lo cargo y doy un sprint hasta alcanzarla, ledisparo y esta vez sí la tengo. Al límite de mi apnea pensé que ya estaba todo hecho, pero ante mi desesperación por subir a respirar me encuentro con la Raya tirando de mí hacia el fondo. Mis Gara 3000 se doblaron como nunca para subir al bicho este a la superficie. Creo que batí mi record de apnea y ¡con una Raya! ¡Increíble!
El resto de la jornada consistió en pescar muchos Pintos y Maragotas y algún que otro Sargo y Pancha. Hasta la próxima.
Me he retrasado un poco en dar mi opinión, mis disculpas. De todos modos seré breve. Este es un campeonato nacido para ser más una reunión de aficionados a la Pesca Submarina que un certamen competitivo, aunque se llame campeonato, por que su esencia es la de reunir a un grupo de gente con ganas de divertirse, conocer el Castro de Baroña y su entorno, pescar y, al volver, intercambiar impresiones con otros aficionados hasta ese día desconocidos mientras se recuperan fuerzas en una amena comida. Sin más.
Pero, a pesar de que este sea el espíritu del evento, sería absurdo obviar que somos competitivos por naturaleza y que, una vez que acudimos aquí, pensamos en hacer un buen papel. Como esto es inevitable, la organización debería hacer todo lo posible por establecer un buen sistema de normas para la competición.Para evitar suspicacias, mi opinión es que deberían adoptarse las normas de la FEGAS en años próximos.
El peso mínimo, el premio a la pieza mayor y el sistema de penalización por los que Marcelino (organizador) optó, en mi opinión, son mejorables, pues generaron críticas entre los participantes y llamativas paradojas. Como ejemplo, el hecho de que la mayoría de los competidores puntuaran negativamente, es decir, con -5000, - 12500, etc..., por no haberse establecido un margen de error, como en las normas de la FEGAS. Así, alguien que salió del agua sin ninguna pieza quedó entre los primeros al tener 0 puntos, es decir, más puntos que la mayoría.
Asimismo, estoy seguro de que se mejorará el sistema de identificación de las pescadas de cada participante, que esta vez se hizo introduciendo un papel normal con un número dentro de la bolsa de pescado de cada participante y, como es lógico,estos papeles llegaron totalmente descompuestos. También estoy seguro de que no volverá a haber problemas con el pesaje.
De todas formas, hay que salientar que si hubo algún problemilla en este campeonato fue debido a que en algunos participantes primó más el espíritu competitivo que el afán por compartir una amena experiencia de pesca con colegas desconocidos. Esto pudo deberse a que acudió gente buena, que quería mantener su nivel y como ejemplo el ganador, integrante de la selección gallega de apnea, capaz de aguantar 4 minutos y medio sin respirar y de bajar a - 40 metros.
De todos modos, ¿alguien pone en duda que fué una jornada en la que reinó el buen rollo y el colegueo total? Si lo dudais, ved las fotos de las entradas anteriores. Desde aquí animo a todo el mundo a que participe el año próximo.
pesca. Harto de días de pesca con mar revuelto y muy turbio, cuando ví el mar tuve "Good Vibrations", como dicen The Beach Boys.
ba la arena. Al subir de una inmersión infructuosa y como asciendo girando sobre mi mismo, veo, a mi espalda, la figura de la Raya en la arena. Tomo aire, bajo y la ensarto, cuando de repente, al tirar de la varilla y por no haberse abierto la aletilla, veo que la Raya se me va a toda pastilla. En mi propia perplejidad, rapidamente y sin subir a respirar persigo a la Raya por el fondo mientras cargo el fusil, lo cargo y doy un sprint hasta alcanzarla, ledisparo y esta vez sí la tengo. Al límite de mi apnea pensé que ya estaba todo hecho, pero ante mi desesperación por subir a respirar me encuentro con la Raya tirando de mí hacia el fondo. Mis Gara 3000 se doblaron como nunca para subir al bicho este a la superficie. Creo que batí mi record de apnea y ¡con una Raya! ¡Increíble!
