Pescador Ecologista (Entrada 1)

En principio, puede que parezca contradictorio que la pesca deportiva pueda ser respetuosa con el medio marino o que un pescador pueda ser ecologista. Si bien la pesca supone una agresión externa, cuando se practica por deporte no persigue los mismos objetivos que la pesca comercial y eso se refleja en el ínfimo impacto que casi cualquier disciplina de este deporte tiene sobre la fauna marina. En concreto, la Pesca Submarina tiene un impacto insignificante en contra de lo que la gran parte del sector profesional de la pesca quiere hacer entender a la opinión pública, en lo que supone un grave deterioro de la imagen de los pescadores submarinos. Seguramente el sector profesional lo hace para desviar la atención de la sobreexplotación a la que están sometiendo a casi la totalidad de especies marinas, a menudo practicada mediante artes ilegales e inmorales como la utilización de explosivos, como muchos sabemos, o quizás sea por que no quieran analizarse a sí mismos. Parece ser que, para los profesionales de la pesca, en su argumentación ante los poderes públicos, basta como justificación para lograr mayor libertad y autonomía en sus ya amplias competencias, así como una mayor limitación de nuestro deporte, que, su actividad es su medio de vida. Así pues, desde su punto de vista, el fin justifica los medios. Sea como fuere, los pescadores submarinos están en el punto de mira, de forma totalmente injusta.

El pescador submarino es un deportista y como tal, además de que su actividad está muy regulada y de forma, por cierto, demasiado restrictiva (en Galicia mucho más) para el nulo impacto que ocasiona, su finalidad es buscar experiencias que le hagan enfrentarse a sus limitaciones y superarse a sí mismo. Es por ello, que el verdadero Pescasub practica este deporte para superarse en un medio extraño, en el que no puede respirar ni moverse como en la superficie, para intentar cazar peces del mayor tamaño posible y nunca inferiores a determinadas tallas. Digo peces y no otras especies, por que, los peces, se desplazan rápido, pueden huir... y eso entraña dificultad para darles caza, exige una superación de los propios límites haciendo que nos sumerjamos cada vez a más profundidad o que realicemos apneas cada vez más duraderas, convirtiendose así, su caza, en un reto para el Pescasub, que además deberá conocer el comportamiento de sus presas, su hábitat y sean pelágicos (nómadas) o no, deberá conocer también, el estado del mar, su temperatura, la dirección del viento o de las corrientes marinas o la época en que suelen aparecer, y un largo etcétera. Son por lo tanto, múltiples factores que no dejan de ser dificultades añadidas para lograr dar caza a un ejemplar y que, según mi criterio, hace que esto sea algo más que un deporte.

Pero, además de lo ya expuesto, para que la Pesca Submarina sea un deporte ecológico, requiere que el propio practicante entre en un debate ético consigo mismo, y se pregunte qué persigue con la práctica de la Pesca Submarina. En mi opinión debe perseguir una experiencia de placer, la superación personal, la práctica de un ejercicio físico más o menos intenso, el contacto con el Mar, la fauna marina, la observación del paisaje submarino, la satisfacción del impulso primitivo del cazador, la descarga de adrenalina que ello conlleva, por el autoconsumo de lo pescado, etc... Por, en fin, muchas razones, pero nunca por motivos económicos.

Por consiguiente, la Pesca Submarina sostenible, en mi opinión, es sumergirse una mañana en el mar con las ganas de pasar un buen rato en busca de algunos peces de buen tamaño, pero que sino los hay, o no les doy caza, no sienta la necesidad de resarcirme suavizando mi exigencia con el tamaño de estos, asimismo, si me encuentro con un par de pulpos de buen tamaño tras no buscarlos, poder cogerlos sin sentir remordimientos, sabiendo que dejo otros muchos y que, si camino de tierra me encuentro con otro ejemplar, lo dejaré ir con toda la satisfacción personal que implica. La Pesca Submarina sostenible y ecológica es saber que puedes pescar un Pinto de kilo y medio por que has dejado decenas de Pintos de menos de un kilo, saber que puedes pescar un Sargo enrocado de un kilo por que a lo largo de la jornada te han rodeado varias veces cardúmenes (grupos) de Sargos jóvenes, saber que no debes dejar despoblada ninguna cueva, saber que puedes pescar en cierta zona por que no repites en ella desde hace casi un año, etc... En definitiva, también es saber que puede ser un buen día de pesca tanto si cazas algo como sino, por que la captura no lo es todo.

Por último, os diré que, esta primera entrada era necesaria para, al menos intentar, despejar la mente, de aquellas personas que visiten este blog, de los prejuicios que pudiesen tener respecto de este deporte. Sin embargo, no sentará precedente y en días sucesivos me limitaré a contaros mis experiencias de pesca y alguna que otra reflexión más concreta y breve.