El trágico azar quiso que un cable de la dirección de su lancha dejase a esta sin control y que la hélice de su motor segase sus vidas para siempre cuando venían de disfrutar nuestro deporte. Poco importa ya profundizar en las causas cuando ya no hay remedio para ellos. Dos vidas frustradas por el más imprevisible de los azares. No tuvieron opción a luchar.
-Recuerdo aquel día que fuí contigo a pescar a las Basoñas y que, admirado y satisfecho de aquella bonita jornada en el Mar, más tarde plasmé la entrada 20 de este Blog. Por diferentes avatares pocas veces nos volvimos a cruzar, pero cada vez que vuelva al Mar te recordaré, y te recordaré también cuando vaya al monte a lomos de una bici. Como también te recordarán otros muchos en los que dejaste un grata impresión. Siempre alegre y cordial...
Hasta siempre, Juan.
1 comentario:
Pura mala suerte, situaciones impredecibles que nunca permiten opción a enfrentarse a ellas. No solo pasa en la pesca submarina, pasa en todos los aspectos de la vida. Nos acordaremos siempre que nos metamos al agua. Nuestro pésame a las familias. Hasta siempre.
Jose Romero.
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